Autorregulación en la publicidad. La publicidad no está para educar.

Después de la lectura La publicidad no está para educar publicado en El país 15/09/2008, se destacan las siguientes ideas:

• El 20% de los anuncios de coches informará sobre cuánto CO2 emiten,
• El sector de la publicidad teme que se les obligue a educar, no a informar,
• La publicidad se rige por ley, convenios y autorregulación,
• Hay sectores publicitarios que se quejan de la hipocresía de la legislación,
• Las restricciones aumentan cuando protegen a menores,
• Los anuncios son más blancos, opina un creativo,
• La ley, los códigos éticos y la propia competencia vigilan las campañas,
• Autocontrol desaconsejó la difusión del 6,5% de anuncios en 2007,
• La pesadilla de un anunciante es generar rechazo social,
• El sector de bebidas alcohólicas se queja de la demagogia de las autoridades,

En el artículo se evidencian una controversia entre las diferentes normativas del Estado frente a las industrias publicitarias, si bien, por un lado los anunciantes consideran importante la autorregulación para ejercer una responsabilidad social siguiendo principios y normas éticas, y a la vez asumen que los anuncios publicitarios deben ser controlados basados en un código deontológico reglamentado, pero al mismo tiempo temen que las leyes les obliguen a asumir y emitir advertencias que puedan perjudicar su objetivo publicitario.

El objetivo de la Autorregulación es la confianza y la credibilidad, y algunas de las muchas ventajas que justifican su existencia son:

• El marco regulatorio, la supervisión y la sanción es más eficiente por la cercanía con la actividad;

• Las reglas suelen ser más precisas y técnicas;

• La inclusión de estándares éticos y de conducta se hace más sencillo;

• El financiamiento privado es más flexible y efectivo, lo cual tiene grandes ventajas en tecnología, capacidad técnica, supervisión, visitas y cumplimiento de la normatividad;

• Generalmente el conocimiento especializado lo ubica más cerca a la curva de aprendizaje del mercado, que por sus características es muy dinámico, ágil e innovador.

• Su aceptación por parte de los actores puede ser más fácil en la medida en que participan directa o indirectamente.

En España, la autorregulación de la publicidad se encarga el Autocontrol un organismo privado español que trabaja por una buena publicidad: por una publicidad veraz, legal, honesta y leal.

No obstante, desde la escuela podríamos enseñar a aprender en la publicidad, la clave es disfrutar con la publicidad, del mismo modo que cuestionársela desde diferentes perspectivas, así como desarrollar en el alumnado la capacidad de desconfiar de ésta, formar personas íntegras, críticas, responsables y activas. La educación ha de entender a toda aquella parte “inteligente” que la publicidad tiene e integrarla en el aula, como un modo de proceder en el acto didáctico, así como un recurso para el apoyo en la explicación de los contenidos, o bien en la realización colaborativa por miembros del aula. En este sentido, se debe abogar por adoptar a nuestros intereses las consignas de la publicidad, haciéndolas nuestras y depurando aspectos de índole individualmente, de falsas apariencias, de exageraciones, etc…. que desde ésta se difunde. La idea es atender a la sociedad de consumo (cuestionándola), en su justa medida, considerando que nuestro alumnado está involucrado en ella. De esta forma, realizamos un alegato a la convivencia y el consumo inteligente.


Les dejo una publicidad que me llamó mucho la atención: